cosas que nunca te dije...
El otro día se cruzaron nuestras miradas.
Te reconocí aunque llevabas el pelo corto.
Creo que tú a mí no, pero ya me acostumbré a traspasarte y rozar tu indiferencia.
No sentí nada; ni emoción, ni rabia, ni ira, ni odio, ni rencor.
Nada.
Lo único que me vino a la cabeza fue una imágen del Puente de la Unión; donde nos despedíamos cada sábado, entre el frío y la niebla, y yo volvía a casa un poco más vacía cada vez.
Te deseo que seas feliz.
Te reconocí aunque llevabas el pelo corto.
Creo que tú a mí no, pero ya me acostumbré a traspasarte y rozar tu indiferencia.
No sentí nada; ni emoción, ni rabia, ni ira, ni odio, ni rencor.
Nada.
Lo único que me vino a la cabeza fue una imágen del Puente de la Unión; donde nos despedíamos cada sábado, entre el frío y la niebla, y yo volvía a casa un poco más vacía cada vez.
Te deseo que seas feliz.
5 Comments:
pero no deja de ser rara esa nada, no?
Besos, y gracias por el blog y la entrevista!
Holaaaa... he vuelto... acabo de regresar del mundo del olvido, y aún estoy quitandome las telarañas de mis negras ropas (cosas de vivir en una cripta).. bueno pues nada, solo saludar y decir que por fin me han vuelto a conectar a internet :P
Dark kisses :[
¿Pero no fue esa nada alguna vez el todo?
La nada es nada, ni siquiera es rara; de nada Mr. reilly.
Bienvenido darkman, te sigo leyendo y no desaparezcas otra vez sin avisar.
Repetimos la lección, la nada en realidad nada es. Otra cosa ya son los sueños y espectativas de cada uno que no son realidad, lo siento Wilkinson.
Besos a todos!
joer, que triste.
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